El 9 de noviembre de 1732, en su amada Scala, San Alfonso de Ligorio fundó la Congregación del Santísimo Redentor para seguir el ejemplo de nuestro Salvador Jesucristo que anuncia la Buena Nueva a los pobres. Tenía 36 años. Su vida se convirtió en una vida de misión y servicio a los más abandonados. El Papa Benedicto XIV aprobó la Congregación el 25 de febrero de 1749.
Aquí el mensaje del P. Michael Brehl, C.Ss.R., Superior General, con motivo del Día de la Vocación Misionera Redentorista y el Día de la Fundación.
Alfonso, con sus compañeros, entre los que destacó San Gerardo Majella, se esforzó por acudir en auxilio de las necesidades espirituales, en ese momento, de los pobres de los barrios. Este último trató de ayudar, sobre todo mediante misiones, ejercicios espirituales y renovaciones, a la manera de San Pablo (Hch 15,36). – Así se describen los orígenes de la Congregación en el prefacio histórico de las Constituciones y en los Estatutos de los Redentoristas.
Los Misioneros Redentoristas continúan el carisma de Alfonso en la Iglesia y en la sociedad. “Los redentoristas son apóstoles de fe robusta, de esperanza alegre, de ardiente caridad y celo encendido. No presumen de sí y practican la oración constante. Como hombres apostólicos e hijos genuinos de san Alfonso, siguen gozosamente a Cristo Salvador, participan de su misterio y lo anuncian con la sencillez evangélica de su vida y de su palabra, y por la abnegación de sí mismos se mantienen disponibles para todo lo arduo a fin de llevar a todos la redención copiosa de Cristo.” (Const. n.20)
Los redentoristas viven en comunidades misioneras acogedoras y orantes, como María de Nazaret. A través de las misiones, los retiros, la pastoral parroquial, los apostolados ecuménicos, el ministerio de la reconciliación y la enseñanza de la teología moral, proclaman el amor de Dios nuestro Padre que en Jesús “habitó entre nosotros” para convertirse en misericordia profunda y Palabra de vida que nutre el corazón del hombre y da sentido a la vida para vivirla al máximo en libertad y solidaridad con los demás. Como Alfonso, los Redentoristas hacen una opción por los pobres, afirmando su dignidad y grandeza ante Dios y creyendo que la Buena Nueva de Nuestro Señor está destinada de manera especial a ellos.
Hoy en día hay cerca de 4.800 redentoristas, 64 obispos, más de 3.600 sacerdotes y unos 330 hermanos. Trabajan en 82 países de los 5 continentes, ayudados por muchos hombres y mujeres que colaboran en su misión y forman la Familia Redentorista. “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro” es el icono misionero de la Congregación.
Además de Sant’Alfonso de Liguori, se han canonizado otros tres redentoristas: San Gerardo Majella, San Clemente Hofbauer y San Giovanni Neumann. Quince Redentoristas han sido beatificados: Gennaro Sarnelli, Peter Donders, Gaspar Stanggassinger, Francesco Saverio Seelos, Domenico Methododio Trčka, Vasyl Velychkovskyi, Zynoviy Kovalyk, Mykolay Charnetskyi, Ivan Ziatyk, Javier Gorosterratiño Olartezo, Ciriaco. La Congregación Vaticana ha reconocido a varios cohermanos como servidores de Dios con vistas a una futura beatificación.
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